Viejas Promesas

Si te gusta el fútbol tienes que comprarte este cómic. Y si no te gusta, también. 

Una entrañable tragicomedia que comienza con el panorama futbolero de mediados de los 90 y que llega hasta nuestros días.

Beni Castaneda, representante de futbolistas, es nuestro protagonista. Se iba a comer el mundo con Fali, su representado,  una promesa destinada a triunfar por todo lo alto. Pero no, su destino no era ese. 

Respaldando este relato de esencia futbolera tenemos mucho quilates de razones comiqueras y no comiqueras para llevarnos este cómic a casa. La garantía de tener a Pedro Rodríguez como encargado de la parte gráfica es una. La trayectoria profesional de Iñaki San Román (guionista de 7 vidas y Aída entre otras) y Álvaro Velasco (guionista de Cachitos de hierro y cromo) es otra.

Un cómic de perfecta factura, divertido y descarado y que sabe aportar mucho más que para ser simplemente calificado como un cómic para futboleros. 

Dominio público

Mucho ojo con la portada de este cómic que puede llegar a ser un falso amigo. Porque sí, esto va de superhéroes, pero los protagonistas aquí no son hiperbolizados personajes encargados de salvar al universo sino los autores, o más bien el autor, que los crea y les da vida.

Con reminiscencias a lo que podríamos entender como una Marvel, un Kirby y un Stan Lee, Chip Zdarsky se inventa un drama familiar donde el hijo de Syd Dallas, creador del famoso personaje de cómic El Dominio, se enfrenta a la empresa que gana dinero con sus películas sin dar su merecida parte a su creador.

Una trama que más allá de la parte de thriller/comedia de enredo que Zdarsky coloca como motor gana interés en la parte de metacomic y de cómo se desentrañan partes de las zonas más oscuras de eso que conocemos con el negocio de los superhéroes.

Damn them all

Pensad en el bueno de Constantine en un ambiente propio de una película de Guy Ritchie. Con esto en mente ya estáis mucho más cerca de tener una idea de qué va esto de Damn them all.

Una trama que merecería figurar entre las destacadas de Hellblazer pero que por motivos de derechos los autores han sacado fuera de su universo creando uno nuevo donde el tio Alfie sería una suerte de John Constantine y donde su sobrina Ellie sería nuestra protagonista.

Tras la muerte de su tío Alfie, un execrable mago y detective especializado en ocultismo, los 72 demonios del Ars Goetia quedan misteriosamente liberados de su reino infernal. Ahora es cosa de Ellie localizar a cada uno de estos demonios y condenarlos a regresar al Infierno.

Al mando de este tinglado,  Simon Spurrier, a quien su etapa en el Hellblazer original le da galones en el asunto y Charlie Adlard, a quien su trabajo en Los muertos vivientes le ha garantizado el edén comiquero.

Gustará y sorprenderá a afines a los universos y al malrollismo hellblazeriano. 

Posiblemente la mejor historia de Hellblazer, sin Constantine, que hayas leído en mucho tiempo.

Día del libro - Martes 23 de abril

El próximo martes día 23 es el día del libro.

Ven a celebrarlo con nosotros en BD regalando y autoregalandote cómics.

Nosotros ayudaremos a la celebración realizando un descuento en tus compras.

Plan perfecto, ¿no?

La boda de Esther

¡Que sí! ¡Qué es verdad! Lo que escuchaste es cierto. ¡Se nos casa Esther!

Los hijos de Jápeto

Con la adaptación de las novelas de Liu Cixin triunfando en la pequeña pantalla nos llega de mano de Tengu ediciones y de los autores Raul Balen y Alex C. Santana una nueva aproximación al tan recurrente como siempre enigmático primer contacto con entidades extraterrestres.

Para el caso, cuatro son los elegidos para ser los embajadores de la humanidad de camino a Jápeto, uno de los satélites del planeta Saturno y lugar de origen de la civilización extraterrestre. Junto a ellos, como asistente, un androide muy fritziano y como en cualquier viaje espacial que se precie, siempre habrá lugar para las sorpresas que, hablando del ser humano, nunca serán buenas.

Todo esto que os cuento se eleva a otra dimensión debido a la propuesta visual de Alex C. Santana que opta por plasmar esta epopeya espacial y vital de un expresionismo muy a lo Bill Sienkiewicz que consigue trasladar perfectamente la sensación de estar ante algo que escapa a nuestro entendimiento.

Una estupenda historia de ciencia ficción hecha en nuestro país que dará más protagonismo a la reflexión que a la acción.

Domingo Flamenco

Olivier Schrauwen ya me tiene ganado para la causa desde el momento en que quita todo tipo de pretensiones a este trabajo y confiesa que lo único que quiso hacer es trasladar al lenguaje de la viñeta un domingo de procrastinación de un protagonista que es su primo, pero que podría ser otro cualquiera, testeando en este proceso los limites de lenguaje de las viñetas. 

Reflejar el pensamiento de un protagonista en la dura tarea de no hacer nada y dejar un día pasar no es tarea fácil y así, a bote pronto, parece una premisa que difícilmente pueda captar nuestra atención, más aún si tenemos en cuenta que hablamos de un libro de casi 500 páginas.

La magia surge cuando Schrauwen lo consigue y ahí nos tiene, pendientes de los quehaceres de nuestro protagonista y del exiguo grupo de amigos con el que podría llegar a interactuar ese día.

Un despliegue de recursos narrativos que escapa del previsible monólogo interior para atraparnos con diversas líneas temporales, espacios, ritmos narrativos, páginas que saltan en el tiempo, tramas paralelas y una capacidad de ir de lo banal y lo intrascendente a las reflexiones más profundas.

Podría entender por igual a aquel que encuentre en este cómic la propuesta del año como al que piense que esto es un aerostato lleno de pretensiones a punto de estallar. Permitid al librero que elija la equidistancia.